hay un huerto pequeño
henchido de humedad
cordial íntimo y fresco
al que acudo a sentir
que aún sigo estando vivo
tras despuntar el alba
y allí cada mañana
permanezco un instante
fugaz y apresurado
más siempre tan intenso
que se me antoja eterno
en un rincón umbroso
y amable que da al norte
inadvertido habita
menudo un arbolillo
entre la generosa
y asaz feracidad
de manzanos granados y cerezos
sé bien que no habrá nunca
de darme fruto alguno
pero igual cada día
me acerco allí a sentirlo
y entonces entristece
y en silencio me dice
¿qué estás haciendo aquí?
¿no ves cuántos manjares
te ofrecen deliciosos
naranjos
avellanos
el almendro?
los unos
cuando junio
los otros
por enero
aléjate a probarlos
¿no ves que yo estoy seco?
mas yo obstinado insisto
y así cada mañana
vuelvo a su lado ajeno
a la fertilidad que anega el huerto
al huerto año tras año
he visto como llegan los inviernos
y un manto que lo inunda de hojas muertas
teñidas de ocres tonos macilentos
y una fragancia hostil a cementerio
mas mi arbolillo
siempre es primavera
y cobija mi espíritu en su sombra
apacible e inmensa
y me anega de flores
de colores insólitos
penetrantes aromas
dulcísimos y agrestes
que dan su luz a mi alma
mortal cada mañana un solo instante
fugaz y apresurado
mas siempre tan intenso
que me hace sentir vivo
que me hace sentir bueno
26 de diciembre de 2005 – 30 de junio de 2010
Pues a mí me encanta este poema. Recien llegado me apresuro a leerte. Veo sensibilidad, belleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bienvenido el arbolilo que aunado a ti consigue que te "sientas" bueno.
ResponderEliminarBesicos. PAQUITA
Pese a los calores mañana día 8 marcharé para la sierra de Aracena. Fuerza mayor me lleva.
Hola El Éxodo:
ResponderEliminarComo bien ha dicho alguien por ahí, aquí se ve sensibilidad, una voz poética verdadera y eso se agradece un montón. Es un texto escrito de manera refinada y exquisita. Ha sido un gusto leerte. Un abrazo:
Tadeo
Es gratificante comprobar, aprender, observar, dar fe de que detrás de toda piel, de todo rostro, hay alguien que siente.
ResponderEliminarDescubrirte y leerte ha sido aleccionador, edificante, estimulante.
Esperando no ser muy pesada y agradecida siempre de que hayas hecho públicos tus poemas.
No mires mi blog, estaba abierto hace siglos y ahí se quedó. Aún lo cubre una espesa telaraña, polvorienta.