Aquí iré publicando textos ya antiguos que, pese a poder estar publicados en otros lugares, en su momento no terminaron de gustarme y, ahora, he decidido rescatar tras haberlos modificado más o menos para tratar de mejorarlos. Aunque, quizá, muchos de ellos, por no decir todos, sigan sin ser completamente de mi gusto.



lunes, 2 de enero de 2012

Y al séptimo día... el poeta comprendió


“...qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz y, al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes.”

Platón

Ajeno a toda luz, en su clausura,
el mundo edificaba con sus versos:
la amante gemebunda, pechos tersos
en labios de su amante; la espesura

del bosque recorrida por la pura
lengua de arroyos límpidos; inmersos
en la paz, los paisajes más diversos;
y al hombre, en pie, sin carga ni atadura.

Cuando hubo tal paraíso concluído
y salió de su cueva satisfecho,
tras ver al hombre exánime y vencido,

sin paz ni amor, cautivo, hecho un desecho
en medio de un erial seco y crecido,
por siempre se volvió a su umbroso lecho.

Abril de 2008 – enero de 2012

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